El
artista romántico, libre, impulsivo, individualista y personal que sigue sus
propios impulsos y vive bajo sus propias reglas, no se si ha existido en algún
momento, pero es seguro que ahora no existe más.
Dice
Larry Shiner en “La invención del arte” (gracias Luni por la recomendación, soy tu mejor alumna!)
chupate esta mandarina, Leonardo...
Y
nosotros, los modernos, sobre todo los que vivimos en los países del norte
donde se paga por componer escribimos lo que se nos antoja pero: para
viola, soprano saxofón y piano microtonal, entre 12 y 14 minutos, una obra que
pueda ser aprendida en máximo tres ensayos, que utilice microtonos, y se adapte
al tema de “música en los jardines”; notas de programa explicativas de cada sección
de la obra y rapidito, para el 15 de noviembre de mil quinientos... Y vive la liberté!
Ja ja ja!! Lindos no tan locos...
El típico "está bien escrito". Y el más típico aun quiero retruco: prefiero escribir mal pero ser yo mismo. Causa con y sin rebelde.
No tengo mucho que agregar, salvo una salvedad fundamental: la música (y el arte en general) me parece la invención más maravillosa, completa y trascendente de todos los tiempos.
Me gusta discurrir sobre su importancia y sentido. Pero me atrevería a decir que las soluciones vienen de lo inexplicable de la obra que entiende algo que pasa, que nosotros no (y el libro de Larry Shiner tampoco)
Charlar ayuda; no se si cambia lo que uno hace, me gusta creer que sí, pero sobre todo ayuda a no ser tan b... y disfrazarse de catedrático del arte o ponerse la capa de artista (otra vez la palabrita). Sigamos enfrentandonos el misterio y las preguntas haciendo cosas.