Cuál es la naturaleza de una obra es siempre la pregunta; cuál es su esencia, su verdad, su linaje. La respuesta muchas veces se define primero por lo que no es, siendo muchas veces las opciones desechadas mucho más bonitas que las que quedan; pero no se trata de mejor o peor,
de lindo feo, de bueno malo, sólo que las cosas sean lo que tengan que ser.
Entender de que va una obra es la
clave: mientras que el resto va a ser un desvío, una decoración
de navidad en pleno Junio.
Con los lenguajes musicales extendidos la pregunta de "la naturaleza" se
complejiza. ¿Es teatro? ¿Es instalación? ¿Es un concierto para escuchar? Por
lo general la respuesta está en el medio de las cosas. Pero un espacio que está
entre las cosas no necesariamente tiene que ser indefinido: es un espacio de otra
naturaleza pero consistente en su linaje.
Ese es el gran problema que veo por lo general en
las instalaciones que involucran audio (no me atrevería a decir música): o son una
puesta ambiental que acompaña lo visual sin molestar demasiado o son un embole frito. ¿Por
qué? Porque muchas de estas instalaciones están en un limbo conceptual, donde
las cosas están definidas no necesariamente por una decisión tomada sino por falta de ella.
La hibridación del espacio nada tiene que ver con la indefinición de una propuesta ya que estos mundos frágiles, inacabados, mixtos, deben
encontrar su identidad poderosa y definida en la propia esencia: si son frágiles, que la fragilidad sea consistente, si son ambiguos, que sean ambiguos con muchas ganas... Apropiarse de los materiales, apropiarse de
la estética y de las ideas (propias y ajenas que más da!) es lo que define
cualquier trabajo artístico, desde una obra para doble orquesta hasta un
mingitorio firmado por Néstor de Temperley.
Todas las preguntas descuidadas caerán en un colchón neutro de fórmulas trilladas que siempre estará ahí esperando con respuestas fabricadas desde el lugar más común posible. Lo que nuestra imaginación no toca lo absorve inmediatamente el sentido común.
Hoy estoy atravesando el insomnio con estas preguntas en relación a mi trabajo con los objetos. La
primera inquietud que no me deja dormir es como ordenar la profusión de objetos
en el espacio. Esta es la pregunta aparente, la primera y la más práctica si se quiere. Pero la pregunta detrás de la pregunta, la verdadera, es, cual es la función de
esos objetos, su entidad y su cualidad. Que los objetos se comportan como instrumentos musicales, no hay
duda, pero también son objetos en un espacio visual. La idea (respuesta?) que me llena de belleza y de felicidad, es la definición de estas
obras como piezas 3d, instalaciones performáticas, donde los objetos tiene
comportamientos musicales pero a la vez están definidos en el espacio plástico.
En mi trabajo el espacio es un espacio genérico. Son piezas-instalación que pueden dialogar, interactuar, adaptarse (o no) a diversos
espacios concretos, como un escenario, un edificio con una columna, una plataforma, un gimnasio. Obra para clarinete y ángulo de la pared en 45grados. Obra para violín, columnas y foco de luz; una exageración que no deja de ser un camino a explorar interesantísimo.
¿Cuales son los elementos genéricos del espacio, aquellos que tienen que existir para poder realizar la obra? La distancia, planos, alturas, las paredes, el techo, los ángulos y sobretodo la luz (la luz siempre recorta, define, inventa el espacio). El espacio como categoría plástica, esta definido por los elementos que lo pueblan que como un negativo recortan el aire alrededor que los abraza en una especie de "envolvente plástica". Fondo y figura son entonces intercambiables: el hueco que hay entre las cosas es el dibujo del espacio y viceversa. En un dibujo típico, la figura troquelada de la distancia que hay entre la casa, el árbol y la nube es la definición del contexto, que como un huevo alberga a todas las cosas dándole sentido y dejándose dar sentido por ellas. Que sería de la casa, la nube y el árbol sin el “aire alrededor” que les dan forma de afuera hacia adentro.
¿Cuales son los elementos genéricos del espacio, aquellos que tienen que existir para poder realizar la obra? La distancia, planos, alturas, las paredes, el techo, los ángulos y sobretodo la luz (la luz siempre recorta, define, inventa el espacio). El espacio como categoría plástica, esta definido por los elementos que lo pueblan que como un negativo recortan el aire alrededor que los abraza en una especie de "envolvente plástica". Fondo y figura son entonces intercambiables: el hueco que hay entre las cosas es el dibujo del espacio y viceversa. En un dibujo típico, la figura troquelada de la distancia que hay entre la casa, el árbol y la nube es la definición del contexto, que como un huevo alberga a todas las cosas dándole sentido y dejándose dar sentido por ellas. Que sería de la casa, la nube y el árbol sin el “aire alrededor” que les dan forma de afuera hacia adentro.
Me hace inmensamente feliz haber encontrado una solución para sostener las las linternas mágicas y los objetos usando simples pies de micrófonos: el soporte (y hablo de soporte en la forma más concreta que hay, o sea, mesita, tarima, andamio, estructura) le da una entidad visual al proyector, lo perfila en el espacio, permite moverlo en 3d (arriba, abajo, en diagonal, girando… una maravilla) y además el proyector esta flotando en el aire conformando un objeto único, como un ojo con patas (me sale el Disney con mucha facilidad). Por lo general en los conciertos las mesas para percusión, atriles, luces para leer, estuches, etc, ocupan un espacio considerable y todos pretendemos que son invisibles.
La definición de esta música instalación, más allá de su acción temporal, se da también por el dibujo de las cosas entre si, ese hueco que queda entre los objetos.
Y me gustaría hablar en esta noche larga de la diferencia entre el espacio teatral y el espacio “pictórico”, valga la antigualla. El espacio teatral es dramático, es un espacio de acontecimientos narrativos: un espacio donde suceden cosas; por lo general el escenario funciona como contenedor de los actores, los muebles, el texto como una especia de vasija. El espacio “pictórico” es un espacio estático ya que la narración es nula en términos dramáticos. Se establece sí otra dramaturgia diferente: la dramaturgia de la luz, de las proporciones, de las distancias, de los ángulos, de los materiales, de la geometría pura, aquella que alberga otras geometrías menores y distintas, siendo el universo no más que una sucesión de geometrías encastradas, espacios que contienen otros espacios, mundos complementarios que se incluyen unos en otros como muñequitas rusas.
El espacio se vuelve conceptual: asi como la pintura abstracta habla de texturas en si mismas (lo verde no necesariamente colorea un árbol, es puro verde en sí), el espacio no necesariamente es un envase de lo que contiene, siendo por ejemplo un ángulo una entidad en si mismo y no el borde de un dibujo. El espacio se vuelve reversible: es contenedor y contenido a la vez.
Me gusta pensar que la música extendida toma no sólo los objetos y los gestos alrededor de la música como parte de su lenguaje, sino que absorve también el espacio que los contiene; un espacio que empieza a funcionar con la lógica de la música. La luz, los ángulos, las formas, la distancia entre las cosas, los volúmenes, las altitudes se transforman ellas mismas en partes de un instrumento musical que se va modificando con el tiempo.
El gran problema de como ubicar las cosas en el espacio se convirtió en la hermosa solución de no pensar el espacio como si este fuera un contendedor; sino como un espacio vital que al igual que los objetos, absorve la lógica de la música y "canta". La la la la.
Me gustan mucho estas ideas. La música que estoy escribiendo es mucho más modesta que estas palabras; valgan ellas como una intención, una inspiración a futuro.